miércoles, 10 de junio de 2009

La lengua latinoamericana

En la Literatura Hispanoamericana tratamos con el habla de los países americanos donde sus residentes practican el idioma español. Tenemos dos países excepcionales: el Paraguay donde junto con el español se reconoce un idioma verdaderamente americano, el guaraní, como lengua oficial. El otro caso es los Estados Unidos de América. A pesar de ser el inglés la lengua oficial, residen en él más hablantes de la lengua española que en la mayoría de las otras naciones y también es donde muchos de los más notables escritores de América Hispana en algún momento de su vida han radicado.

La Literatura Hispanoamericana tiene sus comienzos con la llegada de las tres carabelas de Colón. Cierto que en el Nuevo Mundo existían civilizaciones con culturas propias bien definidas. Desafortunadamente la mayoría de éstas fueron erradicadas. Aunque algunas han logrado sobrevivir, con las que trataremos en la literatura americana. Y todas, de una forma u otra, han influenciado las literaturas de nuestra América Hispana. Común entre estas literaturas hispanas en América son sus comienzos en las crónicas de los conquistadores y los catecismos de los evangelizadores. Avanzan a un período de transformación, afectado por la influencia española, donde la conciencia criolla se desarrolla en identidad nacional. Y de ahí en adelante es donde se ponen interesantes. Volverán a ocurrir transformaciones, de reflexión cultural, pero cada una de ellas, con cierta influencia de sus vecinos, toma su propio camino. Se vuelven a consolidar en el Modernismo, para sólo después retornar de nuevo a sus rumbos ya trazados.
Las circunstancias y estímulos que contribuyeron al desarrollo de estas literaturas son tan variados como las tierras del Nuevo Mundo, y tan numerosos como su población.

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La lengua catalana

El catalán es una lengua plenamente adaptada a las necesidades de

la sociedad moderna, como lo prueba el hecho de ser la decimonovena

lengua del mundo con más presencia en Internet; es una lengua,

además, con una rica tradición literaria y cultural y una gran capacidad

creativa, como resulta del hecho de ser la décima lengua de partida

más traducida del mundo; y cuenta con un número de personas

residentes en los territorios en los cuales es oficial que la convierte en

la séptima lengua de la Unión Europea y le otorga más peso demográfico

que el que tienen las lenguas oficiales de seis de los estados que

se incorporarán a la Unión en los próximos años.

Pese a que el catalán no es lengua oficial de la Unión, lo es de un

estado soberano, Andorra, y junto con el castellano, de tres comunidades

autónomas. Además, el 11 de diciembre de 1990 el Parlamento

Europeo aprobó una resolución que reconoce su valor.

En Cataluña, además, el territorio del Valle de Arán tiene una lengua

propia, el aranés, modalidad de la lengua occitana, que las instituciones

reconocen y amparan.

Tenemos la confianza de que esta publicación, que promueven

conjuntamente los gobiernos de Cataluña y de las Islas Baleares, contribuirá

a la difusión del conocimiento de la realidad de la lengua catalana

y a situarla en el contexto europeo de forma que sea más valorada

como una parte indispensable del patrimonio cultural de Europa.