miércoles, 10 de junio de 2009

La lengua culta y la lengua vulgar


En mayor o menor grado, los hablantes deberían ser capaces de cambiar de registro lingüístico para adaptarse a las diferentes situaciones comunicativas. No obstante, la competencia lingüística de los hablantes depende de muchas variables: el grado de instrucción, el estudio y conocimiento de la lengua, el aprecio por la misma, el ingenio...
La lengua coloquial se emplea en un contexto informal, familiar y distendido. Es la que, independientemente de la profesión o estatus social del hablante, se utiliza en la conversación natural y cotidiana. Podemos decir que es la variedad más utilizada de la lengua y se caracteriza, en general, por ser espontánea, relajada y expresiva.
La lengua vulgar es propia de hablantes con un escaso nivel de instrucción. El insuficiente dominio del lenguaje da lugar a errores e incorrecciones que empobrecen considerablemente el uso de la lengua.
En nuestra forma cotidiana de hablar, solemos usar un lenguaje llano, carente de sofisticaciones, pero en determinadas situaciones se impone un uso selectivo del lenguaje. La lengua culta es una variedad del lenguaje con un alto grado de formalidad. Se manifiesta claramente en la lengua escrita (tratados, ensayos...), pero esto no signifca que no se den situaciones comunicativas en las que sea necesario su uso: discursos políticos, sentencias jurídicas...

La lengua formal y la lengua coloquial

Uso coloquial es el empleo del lenguaje, de alguna forma, en un contexto informal, familiar y distendido, con vocablos caracterizados por su uso común, frecuente y directo que se alejan de todo tipo de retórica y, en cierta medida, de la norma culta, es llamado también connotación.
Algunos ejemplos del uso coloquial en el idioma español actual son:
"¿Qué pasa, como va?" ; "¿Hola, cómo estas, qué hay de nuevo?"
El uso del lenguaje coloquial es tolerado y, al final, aceptado en algunos casos por la Real Academia de la Lengua Española, contribuyendo así a la riqueza y evolución de la lengua.
En el lenguaje formal de las ciencias , el uso coloquial suele originar malentendidos y falsas interpretaciones.
Existe diferencias entre el lenguaje coloquial y el lenguaje vulgar; la principal es que el primero se presenta de una manera sencilla pero coherente, en cambio, el segundo muchas veces utiliza palabras con errores fonéticos o que no se adaptan a un contexto específico; por ejemplo: "veldáh" (verdad), "wuena talde" (buenas tardes), el uso de «tacos», etc.

Derivaciones del idioma


El español es la lengua oficial nacional.. Se utiliza en todo el territorio. Se llama también castellano porque al principio era el idioma de Castilla.

Las lenguas regionales oficiales
La constitución española de diciembre de 1978 (ver el cuadro) reconoció tres idiomas regionales : el catalán, el euskera y el gallego. Son los idiomas oficiales de Cataluña y Baleares, del País Vasco y de Galicia. Estas autonomías tienen entonces dos idiomas oficiales. El valenciano es idioma oficial de la Comunidad Valenciana desde 1982. Junto con el catalán y el castellano, el aranés es lengua oficial del Val d'Arán desde el 28 de junio de 1990. Las lenguas oficiales regionales están representadas en el mapa en naranja oscuro.

También existen otros idiomas y dialectos que no son oficiales en España. Aparecen en el mapa en naranja más claro, menos el portugués que está representado en marrón claro. Uno de ellos no tiene territorio ; es el caló el idioma de los gitanos.

La lengua catalana

El catalán es una lengua plenamente adaptada a las necesidades de

la sociedad moderna, como lo prueba el hecho de ser la decimonovena

lengua del mundo con más presencia en Internet; es una lengua,

además, con una rica tradición literaria y cultural y una gran capacidad

creativa, como resulta del hecho de ser la décima lengua de partida

más traducida del mundo; y cuenta con un número de personas

residentes en los territorios en los cuales es oficial que la convierte en

la séptima lengua de la Unión Europea y le otorga más peso demográfico

que el que tienen las lenguas oficiales de seis de los estados que

se incorporarán a la Unión en los próximos años.

Pese a que el catalán no es lengua oficial de la Unión, lo es de un

estado soberano, Andorra, y junto con el castellano, de tres comunidades

autónomas. Además, el 11 de diciembre de 1990 el Parlamento

Europeo aprobó una resolución que reconoce su valor.

En Cataluña, además, el territorio del Valle de Arán tiene una lengua

propia, el aranés, modalidad de la lengua occitana, que las instituciones

reconocen y amparan.

Tenemos la confianza de que esta publicación, que promueven

conjuntamente los gobiernos de Cataluña y de las Islas Baleares, contribuirá

a la difusión del conocimiento de la realidad de la lengua catalana

y a situarla en el contexto europeo de forma que sea más valorada

como una parte indispensable del patrimonio cultural de Europa.